La conversación es el evento cotidiano donde más se distingue la personalidad de los patillaleros. Así, todavía hoy es posible encontrar rondas de paisanos en Valledupar, pasándose horas rindiendo tributo a esta costumbre.
Ha sido la manera de conservar las historias, los versos de quienes no dejaron testimonios escritos y las percepciones de la vida de quienes habitaron otras épocas. También, ha sido el escenario para transmitirse noticias y para desenvolver las cualidades de compositores y poetas de los patillaleros.
Así transcurrían las noches del siglo XX, en medio de las descripciones de los hechos y las personas, condensadas en décimas y poemas. Todos los días recordaban a quienes habían expresado, en viejas conversaciones, sus pensamientos y chistes, como en el caso de esta décima que recomendaba a una patillalera entablar un noviazgo con alguien que no tenía ni la capacidad, ni la intención de hacerlo:
El novio a la pata
Este buen novio de usted,
Yo soy el que lo conozco,
No tira piedra ni es loco
Ni cuerdo tampoco es.
No se esconde ni se ve,
No se tira ni se acata,
No es pobre ni tiene plata,
No se llama ni se bota
Y como en él no hay mala nota
No vaya a mostrarse ingrata.
(Luis Gregorio Maestre)
También, las décimas eran un medio adecuado para describir las situaciones que afectaban la vida personal:
La mujer celosa
Malos acontecimientos tiene la mujer celosa
Que nunca duerme ni goza
Ni está tranquila un momento.
Si tiene treinta polleras
Y una ropa suficiente,
Dice donde haya más gente
Que el marido la tiene encuera,
Le ocasiona mil tormentos
Y hace miles juramentos,
Que el marido la aborrece
Y hasta le ocasiona a veces malos acontecimientos
(Luis Gregorio Maestre)
Así, la conversación ha tenido un lugar fundamental en la historia de Patillal porque recuerda el lenguaje usado y las vivencias de otras épocas de las que pocos testimonios físicos han quedado. Además, es el escenario donde se ha propiciado la tendencia a narrar de los patillaleros. De esta costumbre nacieron las composiciones vallenatas de paseo. A partir de esta usanza se puede reconocer el sello de la vida en Patillal sobre las canciones de sus compositores.
lunes, 5 de mayo de 2008
La conversación
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4 comentarios:
Espero algún día poder formar parte de esas conversaciones de Patillal
En mi corta visita Patillal, solo algunas horas, fui testigo y partícipe de estas conversaciones. Lo más increible fue la forma tan acogedora cómo fui recibido.
Bastaron dos minutos para qué, los patillaleros, me recibieran cómo uno más de ellos. Me brindaron una cerveza, me sentaron entre ellos y me contaron una, dos y tres anecdotas del pasado, no importaba que yo no supiera quienes eran los personajes, la familiaridad y el caluroso recibimiento me llevaron a imaginarme cada detalle de las historias.
Se había acabado el anonimato y la frialdad que traen, a veces,las grandes ciudades, en Patillal no era extraño o un aparecido, yo era uno más de ellos.
La visita terminó con un gran almuerzo: chivo, cerdo, sancocho, verduras y arroz convidado por la suegra de Jorge Daza quien nos había llevado a este lugar.
De Patillal entonces las conversaciones, su gente, sus paisajes y su atmosfera inigualable.
Que enriquecedor podria ser estar en dichas conversaciones! Felicitaciones!
Al tocar este tema,que lo haces de manera estupenda ya que tu has hecho parte de muchas conversaciones,cosa que observamos desde que estabas muy niña y nos admiraba a todos por que preferías quedarte escuchando las anécdotas de los abuelos a irte a jugar con los otros niños.Esa inquietud por conocer la historia de nuestros ancestros y los sucesos de nuestra region te llevaron a recopilar en nuestra memoria toda esta informacion que hoy nos presentas magistralmente de nuestro pueblo y su gente.Hermoso.
Gise y Gollo
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